La Brigada Canina de Surco rescató a tres perros de raza pitbull y, hoy en día, dejaron su agresividad atrás y son utilizados para combatir a los malhechores.
Tres perros de raza pitbull vienen siendo rehabilitados por la Brigada Canina de Surco, tras dejar atrás sus impulsos agresivos producto del ambiente de maltrato en que vivían. Estos canes eran utilizados para peleas y encima uno había matado al chitzú de un vecino. Sin embargo, se les hizo terapias de comportamiento para volverlos fieles compañeros que puedan proteger a sus guías.
Thor, Pantro y Bobby fueron rescatados de distintos lugares del distrito. Sin embargo, todos tienen en común venir de hogares donde primaba la violencia hacia ellos. Uno de ellos estuvo en manos de un consumidor de drogas, el cual lo empleaba para delinquir e incluso atacar a su propia mamá cuando ella trataba de impedir que siga en el mundo del hampa. Cuando la Policía lo intervino, el personal municipal rescató al can.
«Con ellos hemos hecho terapias de comportamiento. Sus conflictos eran de ansiedad y agresividad. A todo lo que se movía, iban encima. Ahora se han vuelto sumamente cariñosos. Por ejemplo, a Thor lo recogimos en el jirón Combate de Angamos. Por las marcas en su rostro, vemos que era empleado para pelear. Ahora da besitos», afirmó Pedro Ramos, veterinario de la Brigada Canina de Surco.
Los pitbulls tienen una nueva vida
Debido a su fortaleza, estos tres canes han sido incluidos para trabajar como perros de la Gerencia de Seguridad Ciudadana. Poco a poco serán entrenados con sus amigos rottwailers para salir a patrullar las calles. Esa labor demorará un poco porque debe fortalecerse el binomio con sus guías. Ellos lo que buscan es correr y ser acariciados por ellos. Incluso, uno ya aprendió a dar la patita.
«Estos perros son muy ágiles. Llegan a saltar una altura de 10 metros. Entonces, para ellos es más fácil capturar a un ladrón. Su mordida es muy fuerte. Se entrelaza la musculatura y es por eso que no sueltan a la presa», agregó el veterinario Ramos. Asimismo, el especialista señaló que no se debe temer a estas criaturas porque ahora se sienten queridas. Cuando salgan a patrullar, lo harán con su respectivo bozal.